Si el fracaso es premisa y antesala del éxito futuro, ¿por qué nuestra sociedad no ha ideado más formas de premiar el fracaso y a quienes fracasan? ¿Será que en el fondo no deseamos que haya tanta gente exitosa?
Facundo Montalván, William Browny10 otros4 ComentariosPor el contrario, la sociedad castiga el fracaso y, en muchos casos se intenta minimizar y humillar a quienes han fracasado. Habrá que cambiar eso, por supuesto.
6Yo creo que una de las causas por las que castigamos el fracaso de los demás es para resaltar sus faltas y que se vean menos las nuestras. A veces también prima el egoísmo o la envidia, pero lo más importante es que aún no somos, como regla general, una civilización capaz de entender la verdadera magnitud del fracaso.
6La sociedad ha funcionado así por mucho tiempo, funciona actualmente y funcionará, bajo regímenes de manipulación, o para ser más bonitos, una persuasión e influencia en las masas, un condicionamiento sociocultural, un enjaulamiento del potencial interno, solo por mantenernos en lo externo, es la búsqueda interna donde la atención se debe tener, no podemos cambiar lo que hace la sociedad, pero si nuestra reacción, nuestro comportar, «Seamos el cambio que queremos ver en el mundo» Diría Gandhi, así que, mejor empezar a vernos para dentro, no requerir de la felicitación o castigo externo, sino de como nos veremos y elegimos vernos a nosotros, solo que es tan difícil, ya que se nos enseño a no ser así, a apreciar más la mirada del otro que la nuestra, apreciamos más su opinión, y así empiezan los juegos burócratas, aquellos donde se cimentan las búsquedas del poder, las aristocracias, llenas en astucia, vacías en felicidad, y he de terminar mi ya largo juicio diciendo, buscad aquella virtud, que os deje ser felices, aún así sea el tiempo lo único que poseas, sé feliz, o sea, libre de dependencias, como la del miedo al castigo por tú posible «Fracaso».
Tememos a los que fracasan porque, si persisten, son el anuncio de futuros campeones y, por dentro, muchos detestamos la competencia.