El cuerpo habla, y se ha de escucharlo.
Hoy estaba yo un poco desanimado, había tenido que manejar una que otra situación desagradable, tomar decisiones complejas, y que en algunas cosas simplemente estar sometido a cierto estrés del día, y aunque yo ya estoy acostumbrado a ello, este día fue diferente, por primera vez en tiempo, y cuando digo tiempo, es Mucho Tiempo, me sentí terriblemente fatigado.
Un nivel de fatiga y cansancio que me hicieron pensar; «¿Tan rápido estoy envejeciendo o qué me pasa?» Pues me sentí como un gato, cuya una preocupación era comer y dormir, mi motivación de la nada se vino abajo, y aunque intente hallar su origen desde lo que me estaba pasando y mis pensamientos actuales, simplemente allí no estaba.
Ante una problemática que no fui capaz de cambiar y pese a no ser de tomarme siestas, pues no lo hago cotidianamente ni me gustan, me dio por acostarme un ratico a las 4 y media, y después de un tiempo me levante, un poco adolorido y con ganas de comer y dormir más, veo lentamente el reloj para darme cuenta que dormí ¡Dos horas!.
Si dos horas que pase durmiendo, y muchos dirán: «¡Qué improductivo!» Incluyéndome me hubiera dicho eso si fuera mi yo de antes, quien dormir solo de noche a la hora de acostarse era una opción, no obstante descubrí que era eso justo lo que necesitaba hacer! No era un análisis de pensamientos, pues no tenían nada que ver, mi cuerpo me estaba recordando algo en lo que no había pensado, no estaba durmiendo bien, puesto que los dos días anteriores dormí poco.
Posiblemente de no haber dormido habrían dos opciones.
1. Me hubiera quedado procrastinando por el cansancio y la fatiga
2. Me hubiera puesto a analizar en vano pensamientos que no eran raíz de mi desmotivación
Hoy continuo con disciplina siguiendo con mis hábitos, o bueno ya microhábitos, en donde quería compartir que para estar haciendo esto tuve que dormir, ya que esa fatiga no se me hubiese quitado por nada, así que hácese necesario recordarles, escuchad al cuerpo, el hablará con vosotros cual mesías con su pueblo, has de entender sus gestos y descifrar lo que te desea decir, a veces buscamos complicar las cosas cuando solo necesitamos, responder un llamado.
Analyn Vargas, Tania GomezyDr. T2 ComentariosExcelente. Aunque me hiciste acordar de una vieja broma: «Si el cuerpo pide dormir, hay que darle cama. Si el cuerpo pide comida, hay que darle una buena hartada. Si el cuerpo pide bebida, pues tequila y cervezas. Si el cuerpo pide trabajo…, no, no, no, al cuerpo no se le puede consentir tanto». Ja, ja. Feliz juebeves.
2@tania87 me hiciste reír. Tú con tus ocurrencias de siempre, ja, ja. Saludos.
1