Amigos, encontré esta frase de Leonardo da Vinci y se me hizo genial para los emprendedores: “No se puede tener mayor o menor dominio que el que se tiene sobre uno mismo; nunca se tendrá mayor o menor dominio que el que se tiene sobre uno mismo; la altura de un éxito se mide por el dominio que se tiene de uno mismo, la profundidad de un fracaso por el abandono que se tiene de uno mismo. Quien no puede establecer un dominio sobre sí mismo no tendrá dominio sobre los demás.”
Lorena Gutierrez, Odalis Tejeday6 otros3 Comentarios
Una vez en un juego el sensei Ishikawa dijo una frase salida de alguna gran mente de Sucker punch productions o desconozco si la frase tiene referencia al japón del shogunato, lo que sí sé es que la frase habla de una gran verdad en la senda del guerrero que cada quien recorre, en la frase se hace referencia al arco, aunque en nuestra actualidad se puede trasladar a cualquier otra habliidad y cito; «El mayor éxito al dominar una habilidad es dominarse a uno mismo, el resto, no importan», a menudo tenemos la falsa creencia de dominarnos, cuando a duras penas nos podemos controlar en ciertas circunstancias, de ya estar dominados a nosotros mismos, posiblemente seríamos seres mucho más «Iluminados» que en la actualidad, hace falta emprender cada emoción, cada exceso y defecto para llegar a un medio, un medio virtuoso que permita el vivir templado tanto a la razón como a la emoción, puesto ya esto desde la autoridad intelectual de Aristóteles
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La mayor lucha que libraremos en nuestra vida será siempre la lucha interna con nosotros mismos. Es una lucha hermosa y gratificante, pues nada nos produce tan buenos resultados como el dominio de sí mismo. Al mismo tiempo, es una lucha que nunca terminamos ganando del todo, pues las emociones cambian con las circunstancias, la experiencia, la edad, etc., y estas cambian constantemente. Siempre habrá nuevos miedos y nuevas formas de vencerlos. Siempre habrá tentaciones y mil formas de sucumbir ante ellas o de salir airosos. Siempre tendremos que enfrentar nuestras vanidades y esas pequeñas mezquindades agazapadas en el interior de cada ser humano. Por eso es tan difícil. Y, por eso, vale tanto la pena.
2@drmanueltejeda muy bueno el post de Samael y muy bueno tu comentario. Esa es la lucha que nunca termina, e incluso cuando pensamos que la tenemos vencida, surge algo nuevo que nos demuestra que ese diablillo interior sigue vivo, dispuesto a hacernos daños al menos descuido.
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