Yo creo que con hábitos alimenticios, nutricionales y de ejercicios físicos podríamos reducir la mortalidad por cáncer y otras enfermedades similares a niveles de verdad ínfimos. Claro, para ello no basta que cada individuo se lo proponga. Los gobiernos tienen que hacer su parte, tomando las medidas necesarias para impedir que desalmados comerciantes de la muerte nos sigan envenenando con todas sus basuras (léase, hormonas, aditivos, fertilizantes no aptos para la salud animal y humana, etc.).

Y hay una causa más del cáncer de la que no nos gusta hablar: la POBREZA, que no sólo es en sí misma el peor de los tipos de cáncer, sino además la causa de que muchas personas no puedan entender y poner en práctica hábitos verdaderamente razonables: en EE.UU. puedes tomar 5 Coca-Colas por lo que te tomarías un jugo de frutas, y muchas personas no pueden hacer ejercicios porque tienen 2 y 3 trabajos para poder pagar por sus modestas viviendas (para no hablar de los que se «atrevieron» a querer vivir tantito mejor, pero no contaron con la insaciable avaricia de los grandes corporativos, que han encarecido la vida en un 34% y no en un 7% como intentan asegurarnos los medios oficiales). No voy a abundar en el tema, pues en WebLat no hablamos de política, pero como dice el viejo refrán inglés: «Que cada uno conecte los puntos».