«Nada de lo humano, es ajeno al humano»

Todos somos humanos, a menos de quien me lea sea un delfín muy inteligente o un alienígena, lo cual no creo.

Así que si, esta frase va hacía ti, y por qué lo digo, ya que en la cotidianidad te puedes llegar a decir, «Voy muy lento», «no he logrado lo que quiero», «Estoy fallando» y sentirte fatal.

Te seré sincero, sentirte fatal no te va llevar a ningún lugar, y decirte eso menos, así que ven, permíteme ilustrarte de tú capacidad, una ilimitada dentro de TÚ propia historia.

Paso número 1, abandona de una vez el ver la historia ajena, tú eres tú, y ya, no hay más cuento, el éxito y el fracaso ajeno no pueden compararse a ti por mil y un razones que no me detendré a explicar.

Vamos con el número 2, acepta tú realidad, recuerda que Confucio dijo, «No tengas miedo de ir lento, ten miedo de no emprender el camino», no te culpes a ti, no te quejes de tu situación, no justifiques tus disonancias, acepta la realidad y haz cuanto puedas con cuanto tengas.

Por último y más importante, confía en ti, nadie más lo hará, el mundo puede estar encima tuyo, pero si tú no lo estás jamás te caerás, jamás perderás, domina tú fe en ti, confía en que estás creando historia.

Ahora, ya me leíste, yo ya escribí mucho, tú tiempo ya se debe invertir en reflexión, así que ven, déjame en los comentarios, sin miedo al juicio, sin miedo al qué dirán, ¿Cuál es tú mayor sueño? ¿Cuál es tú propósito en la vida? Inicio yo, crear felicidad y consciencia en el mundo entero, sigues tú. ¡Te escucho!