Hoy es un día para festejar… si puedes. Si te dejan. Sí aún no han venido por ti. O por los tuyos. Y de corazón te deseo que se demoren, porque inevitablemente vendrán por ti. A menos que les paremos. A menos que salgamos de nuestra zona de confort.

No puedo decir nada hermoso, ni agradable, cuando hay miles de PADRES trabajadores en Estados Unidos llorando la separación de sus hijos por culpa de un payaso de circo barato convertido en tirano, pero con aspiraciones a rey.

No puedo decir nada bello cuando hay miles de PADRES en Gaza llorando el salvaje genocidio de sus hijos cometido por mercaderes de la muerte apoyados por 4,000 millones de dólares de nuestros impuestos cada año.

No puedo decir nada lindo cuando hay miles de PADRES sufriendo que sus hijos vivan sin electricidad, sin alimentos, sin medicinas, sin transporte y sin esperanzas en mi Cuba querida por causa de un criminal bloqueo de +60 años y de un desgobierno ineficiente, retrógrado, incapaz y cómplice de la corrupción, el nepotismo y el compadrismo que se vive hoy en el país.

Si has escrito algo bonito hoy, no te ofendas. No es mi intención. Simplemente estamos viendo las cosas desde diferentes perspectivas. Y si de verdad sientes que hay muchas cosas bonitas de qué hablar, entonces bienaventurados sean tú y tus iguales, porque a ustedes pertenece el Reino de los Ingenuos, o de los Ciegos, que en los tiempos que corren ya son casi sinónimos.