Alberto Porras Moreno publicó sabiamente en LinkedIn: «El talento no siempre grita. A veces, simplemente se nota. En un equipo, hay personas que destacan sin buscar protagonismo. No porque hablen más fuerte. Sino porque hacen que todo funcione mejor. Pero muchas veces, ese talento pasa desapercibido porque no viene envuelto en títulos rimbombantes ni en discursos largos. Se manifiesta en actitudes.«
Le respondí con un comentario que considero importante compartir con ustedes:
«La vida es bella en su complejidad y variedad. He visto personas realmente TALENTOSAS que se ubican en el centro, pero también en ambos extremos de cualquier espectro: los que no necesitan de reflectores para brillar con luz propia y los que tratan de que hasta el sol se fije en ellos; los hay introvertidos y extrovertidos; los hay callados y muy ordenados y otros bulliciosos y desordenados. También he visto a MEDIOCRES e INEFICIENTES en similares proporciones.
Sin embargo, tu post me encanta porque nos hace poner la atención en aquellos que no hacen tanto RUIDO, pero hasta sus SILENCIOS impulsan adelante el equipo. En aquellos que tienen ideas brillantes, pero les cuesta trabajo exponerlas. En los que no usan tribunas y micrófonos porque su simple ejemplo es el mejor discurso. En los que van despacio, pero no se detienen nunca. En los que cierran los ojos para ver más lejos.
Te confieso que cuando he tenido la posibilidad de seleccionar mis equipos, escojo talentos de todo el espectro, pero sé que esos que hoy has recordado requieren un poco más de atención. Y comprensión. Y agradecimiento. Gracias mil por traerlos a colación«.
Odalis Tejeda, WebLat InternationalyLorenzo Robles1 ComentarioMi querido Doc, yo sé que estás muy ocupado, pero deberías delegar algunas cosas y tratar de publicar más. Cada artículo tuyo es un regalo y una fuente de enseñanza. Gracias.